«Acoge, Señor, mi oración unida a las lágrimas a favor de mis hijos espirituales y de todos los cristianos que buscan serte agradables, veas en esta súplica la expresión de mi solicitud por su salvación y el signo de mi entrega pastoral; haz que sea para ellos la voz que les despierte de su sueño, la mirada que escruta su corazón, la mano que guía su peregrinaje hacia el reino, que les levanta de las caídas en la incredulidad, en la cobardía, en el desaliento. Seas tu mismo, Señor, el pastor y el maestro de la grey que me confiaste: llévala hacia pastos abundantes. Seas para ellos, en mi lugar, luz, ojos, labios, manos, sabiduría. Pero sobre todo sé el amor, del que yo, pecador, soy tan pobre».
San Juan de Cronstadt
Diario espiritual
Amen⚘