En cierto sentido, siempre viajamos; viajamos como si no supiéramos adonde vamos.
En otro sentido, ya hemos llegado.
No podemos llegar a la perfecta posesión de Dios en esta vida, por eso viajamos en la oscuridad. Pero ya lo poseemos por la gracia y, por lo tanto, en ese sentido hemos llegado y vivimos en la luz.
Pero, ¡ah, qué lejos he de ir a encontrarte a Ti, a quien he llegado ya!
Por ahora, ¡oh Dios mío!, es a Ti solo a quien hablo, porque nadie más quiere entender. No puedo traer a ningún hombre de esta tierra a la nube donde vivo en Tu luz, es decir, Tu oscuridad, en la que me siento perdido y confundido. No puedo explicar a ningún otro hombre la angustia que es Tu gozo ni la pérdida que es la posesión de Ti, ni la separación de todas las cosas que es la llegada en Ti, ni la muerte que es el nacimiento en Ti, porque yo mismo no sé nada acerca de ello y todo lo que sé es que quisiera que hubiese terminado… quisiera que hubiese empezado.
Tú lo has contradicho todo. Me has dejado en la tierra de nadie.
Thomas Merton
La Montaña de los siete círculos, Epílogo.
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En otro sentido, ya hemos llegado.
No podemos llegar a la perfecta posesión de Dios en esta vida, por eso viajamos en la oscuridad. Pero ya lo poseemos por la gracia y, por lo tanto, en ese sentido hemos llegado y vivimos en la luz.
Pero, ¡ah, qué lejos he de ir a encontrarte a Ti, a quien he llegado ya!
Por ahora, ¡oh Dios mío!, es a Ti solo a quien hablo, porque nadie más quiere entender. No puedo traer a ningún hombre de esta tierra a la nube donde vivo en Tu luz, es decir, Tu oscuridad, en la que me siento perdido y confundido. No puedo explicar a ningún otro hombre la angustia que es Tu gozo ni la pérdida que es la posesión de Ti, ni la separación de todas las cosas que es la llegada en Ti, ni la muerte que es el nacimiento en Ti, porque yo mismo no sé nada acerca de ello y todo lo que sé es que quisiera que hubiese terminado… quisiera que hubiese empezado.
Tú lo has contradicho todo. Me has dejado en la tierra de nadie.
Thomas Merton
La Montaña de los siete círculos, Epílogo.
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