En 1951, pasé algunas semanas en Konevitsa, en el lejano Norte, viviendo como anacoreta en una choza situada en medio del bosque.
Era a fines de julio; los días transcurrían tibios y soleados entre bosques y lagos, lagos y bosques. El monasterio era pequeño, con pocos hermanos y todos entrados en años. A quien más recuerdo es al Padre Doroteo, a quien un día le pregunté:
—¿Cómo debo hacer para conseguir la paz espiritual?
—Es necesario serenarse —contestó sonriendo el Padre Doroteo.
—¿Y qué quiere decir «serenarse»? —volví a preguntar.
—Puede explicarse así: cuando yo era un joven novicio en Valaam, mi staretz me dijo un día: «Dimitri, es difícil para ti serenarte porque eres naturalmente inquieto, alegre y movedizo. Si no te serenas, no te servirá de nada la vida monástica». Entonces le pregunté como tú acabas de hacerlo: «¿Qué quiere decir serenarse?». Mi staretz respondió: «Es muy sencillo. Ahora estamos en verano y tú esperas que llegue el otoño para que el trabajo del campo disminuya». «Es verdad, Padrecito». «Muy bien. Vendrá el otoño y esperarás después el invierno, la Cuaresma y Todos los Santos y cuando lleguen, esperarás la primavera, la Pascua y la Resurrección gloriosa del Señor. ¿No es así?». «Es verdad, Padre». «Pues mira, ahora eres un novicio, ¿acaso no esperas la época de tu ordenación?». «Sí, Padrecito». «Y luego esperarás recibir el manto y más tarde ser abad. Todo esto quiere decir que aún no te has serenado. Porque cuando te dé igual la primavera que el otoño, el verano que el invierno, la fiesta de los Santos lo mismo que Pascua, ser novicio o monje y vivas cada día con su propio afán, ya no te preocuparás, ni esperarás, y cumplirás enteramente la voluntad de Dios. Entonces te habrás serenado».
Sergio N. Bolshakov
En las alturas del Espíritu
0 comments on “¿Cómo debo hacer para conseguir la paz espiritual?”