«El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra» (Mt 13,45-46)
El texto que buscaba perlas finas puedes compararlo con éste: «Buscad y hallaréis»; y con este otro: «Quien busca, halla». ¿A propósito de qué se dice buscad y quien busca, halla? Arriesgo la idea de que se trata de las perlas y la perla, perla que adquiere el que lo ha dado todo y ha aceptado perderlo todo, perla a propósito de la cual dice Pablo: «Lo perdí todo con tal de ganar a Cristo»: al decir «todo» se refiere a las perlas finas; y al puntualizar: «con tal de ganar a Cristo», apunta a la única perla de gran valor.
«Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol»: tiempo de recoger piedras, esto es, perlas finas y, después de haberlas recogido, tiempo de encontrar la única perla de gran valor, momento en que es preciso ir a vender todo lo que uno tiene, y comprarla.
Orígenes
Lib. 10, 9-10
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