Nuestra misión es olvidarnos de nosotras mismas, anonadarnos…, ¡somos tan poca cosa…! Y no obstante, Jesús quiere que la salvación de las almas dependa de nuestros sacrificios y de nuestro amor. Él nos mendiga almas. ¡Comprendamos su mirada!, ¡son tan pocos los que saben comprenderla!
Jesús nos concede la gracia insigne de instruirnos él mismo, de revelarnos una luz escondida… Celina, la vida será corta, la eternidad sin fin… Hagamos de nuestra vida un sacrificio continuado, un martirio de amor, para consolar a Jesús.
Santa Teresa de Lisieux
Carta 96, a Celina.
0 comments on “Nuestra misión es olvidarnos de nosotras mismas”