Ocurrió una vez un episodio poco conocido cuando vio a una señora que se acercaba al confesionario.
El Padre Pio le pidió que cerrara los ojos y dijera lo que veía. Obedeciendo a lo que le pedían, la señora cerró los ojos y dijo: “Veo una plaza enorme con mucha gente. Entre las personas, veo una procesión que se mueve solemnemente. Veo a muchos sacerdotes, obispos y cardenales en la corte: todos preceden a un Papa que está tomando el trono. Sí, veo precisamente a un Papa en el trono y una gran multitud que aclama a ese Papa … ¿Pero qué significa todo esto?
El santo sacerdote le explicó entonces: “El niño que mataste en tu vientre con el aborto, en los designios de Dios, debería haberse convertido en ese Papa”. Al escuchar esas palabras, la pobre mujer gritó y se desmayó junto al confesionario.
Tomado con adaptaciones de
E. Boninsegna, “Ero ‘curato’, ora sono da ‘curare’”,
Verona, Manuscrito profissional, 2019, pág. 139.
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