«Podrás decir a Dios con los sentimientos del profeta: Señor, mi corazón y mis ojos no tienen ningún motivo para enaltecerse y enorgullecerse, ni para buscar cosas grandes y maravillosas. Y con todo, aún no soy humilde. Pero la confianza me sostiene y anima. Estoy, como un niño, privado de los placeres terrestres y apoyado en el seno de mi madre; allí me colman de bienes» (San Luis María Grignion de Montfort)
Totus tuus ego sum,
et omnia mea tua sunt.
Accipio te in mea omnia.
Praebe mihi cor tuum, Maria.
Querido Santo Luis María Grigñón de Montfort, feliz día. Porfavor ruega por nosotros y por el mundo entero, especialmente a Ecuador para que no se aproben leyes en contra de la vida.
Por la conversión de toda mi familia y seres queridos, por la salvación de nuestras almas. Amén