Unirte a Cristo, amar a Cristo, anhelar a Cristo y vivir en Cristo

Lo que es santo y hermoso, y lo que alegra el corazón y libera al alma de todo mal, es el esfuerzo de unirte a Cristo, de amar a Cristo, de anhelar a Cristo y de vivir en Cristo, tal como dijo san Pablo: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí». Este debe ser tu objetivo. Deja que todos los demás esfuerzos sean secretos y ocultos. Lo que debe dominar es el amor a Cristo. Deja que esto sea tu mente, tu pensamiento, tu imaginación, tu corazón y tu voluntad. Tu esfuerzo más intenso debe ser cómo vas a encontrar a Cristo, cómo te unirás a Él y cómo lo mantendrás en tu corazón. (…)

Deja que todas tus fuerzas se conviertan en amor por Dios, adoración a Dios y adhesión a Dios. De esta manera, tu liberación del mal y de tus debilidades sucederá de una manera mística, sin que seas consciente de ello y sin esfuerzo.

San Porphyrios
Herido por el amor (Wounded by love)