«Se nos ha mandado no ofender ni insultar a quienes nos ofenden, nos injurian o en cualquier otro modo nos insultan, sino, más bien honrarlos y bendecirlos. En la medida en que estamos en paz con los hombres, luchamos contra los demonios. En cambio, si conservamos rencor contra los hermanos y luchamos contra ellos, estamos en paz con los demonios: ¡ellos, contra quienes se nos han enseñado a nutrir una enemistad completa y una guerra que no puede llegar a una reconciliación!
Teodoro de Edesa
Cien capítulos, 80, en La Filocalia I, 456.
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«Se nos ha mandado no ofender ni insultar a quienes nos ofenden, nos injurian o en cualquier otro modo nos insultan, sino, más bien honrarlos y bendecirlos. En la medida en que estamos en paz con los hombres, luchamos contra los demonios. En cambio, si conservamos rencor contra los hermanos y luchamos contra ellos, estamos en paz con los demonios: ¡ellos, contra quienes se nos han enseñado a nutrir una enemistad completa y una guerra que no puede llegar a una reconciliación!
Teodoro de Edesa
Cien capítulos, 80, en La Filocalia I, 456.
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