Los devotos inconstantes son aquellos que son devotos de la Virgen por intervalos y como tibios, que en un momento parecen dispuestos a hacerlo todo por su servicio, y poco después no son ya los mismos. Los tales devotos abrazarán de pronto todas las devociones a la Santísima Virgen, entrarán en todas las Congregaciones, pero no practicarán las reglas con fidelidad; cambian como la luna, y María los pone bajo sus pies, porque son variables e indignos de ser contados entre los servidores de esta Virgen fiel, entre los que tienen por herencia la fidelidad y la constancia. Vale más no cargarse de tantas oraciones y prácticas de devoción, y hacer poco con amor y fidelidad a pesar del mundo, del demonio y de la carne, que hacer tanto y hacerlo tan mal y tan sin espíritu.

San Luis María Grignion de Montfort
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María, 101.