Esta es la definición que le dio una niña de 10 años con síndrome de Down a María Vallejo-Nágera cuando escribió su libro «Cielo e infierno: Verdades de Dios» y agrega lo siguiente:

«Parece mentira que los adultos (especialmente los que van de intelectuales) se armen tantos líos para entender las cosas más esenciales. ¡Ah, la sabiduría inocente de los niños! Ya lo dijo Jesús (Mt 18, 1-3; Mc 10, 14-15): «Si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el reino de los cielos». Está claro que si les escucháramos un poquito más nos iría mejor…».

«Las personas mayores nunca entienden nada por sí mismas y es aburrido para los niños tener que explicarles siempre todo» (Antoine de Saint-Exúpery, El Principito)

 † Carolina

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